Cuidar tu corazón empieza por algo tan simple como beber agua
Mantener un consumo adecuado de agua no solo regula la temperatura corporal y mejora la digestión, también favorece la circulación sanguínea.
Estudios recientes sugieren que la deshidratación leve puede aumentar el riesgo de hipertensión y fatiga. Beber entre 1,5 y 2 litros diarios es una medida sencilla y eficaz para proteger la salud.
“Un hábito tan básico como hidratarse puede marcar la diferencia en la prevención de enfermedades cardiovasculares.”
Hidratación y estilo de vida saludable
La ingesta adecuada de líquidos, sumada a una dieta balanceada y ejercicio regular, contribuye al buen funcionamiento del sistema circulatorio y al bienestar general.